miércoles, 6 de febrero de 2008

Nuevo intercambiador de Plaza de Castilla (III). Los discursos


Por cuestiones de protocolo, el Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fue el primero en intervenir en el acto.

El alcalde que es un gran orador, empezó bromeando sobre la cantidad de medios de comunicación que había allí congregados, "debe ser tan importante esta obra que hoy van a conocerla hasta en las Islas Canarias". En realidad a muchos de ellos no les importaba nada la infraestructura, y estaban allí por el "morbo" mediático de ver juntos a Gallardón y a Aguirre.



En su discurso estuvo muy suelto, y aunque llevaba "papeles", apenas laos consultó, lo que le daba todavía mayor seguridad.

Según las palabras del Alcalde, este intercambiador "es un fuerte compromiso con el transporte público, la sostenibilidad y el desarrollo, porque un intercambiador, no sólo favorece la interconexión y hace los desplazamientos más cómodos y ordenados, sino que permite una recuperación de zonas en superficie que racionaliza el uso del espacio público, además de mejorar el tráfico”.

Ruiz-Gallardón ha destacado la importancia de la colaboración de las administraciones madrileñas que, desde 1995, han promovido la construcción de estas infraestructuras que concilian e integran distintos medios de transportes. Ha hablado muy bien de sus predecesores en la Comunidad y el Ayuntamiento, Joaquín Leguina y José María Álvarez del Manzano.

Acabó diciendo que "lo importante no es las personas que estén en ellas, si no la buena colaboración que se dé entre ambas administraciones"

(Esa última frase, desde mi punto de vista es para enmarcarla)



Desde 1995, han entrado en funcionamiento los intercambiadores de Moncloa, Avenida de América, Plaza Elíptica y Príncipe Pío. Estos intercambiadores son utilizados a diario por 600.000 ciudadanos a los que hay que sumar los 270.000 usuarios del que hoy se inaugura y a los que pronto se añadirán los 240.000 viajeros del ampliado intercambiador de Moncloa.

“Más de 1,1 millones de ciudadanos cuyas demandas de movilidad y de mayor comodidad son satisfechas por las dos administraciones madrileñas mediante esta fórmula eficaz y moderna que en 13 años de desarrollo ha ido ganando en experiencia y calidad”.

El intercambiador de Plaza de Castilla no sólo dará servicio a los residentes en la Ciudad de Madrid, sino también a los ciudadanos procedentes de otros municipios que acuden a diario a la capital. Según palabras del alcalde, serán “60 municipios de la región, es decir, uno de cada tres, los que canalizarán desde aquí sus comunicaciones por autobús con Madrid”.


La Presidenta, durante el discurso del Alcalde

Un total de 3.500 autobuses de los 7.000 que utilizarán el intercambiador una vez concluida su segunda fase, utilizarán el túnel de acceso directo desde el Paseo de la Castellana en un punto cercano al enlace con la M-30 y la carretera de Colmenar, lo que mejorará tanto el tráfico en superficie como la conexión con los municipios a los que se llega desde la A-1, así como con los desarrollos de Montecarmelo, Las Tablas y Sanchinarro.

El alcalde ha informado también que el desarrollo de la segunda fase del intercambiador de Plaza de Castilla permitirá la puesta en marcha de nuevas dársenas y la remodelación de las zonas en superficie que ahora emplean los autobuses interurbanos para dotar a la EMT de una nueva terminal. “Será una iniciativa coherente con el compromiso que el Gobierno de la Ciudad ha contraído con los ciudadanos para promover nuevas áreas intermodales de la EMT, así como una red de aparcamientos disuasorios a la entrada de Madrid que fomenten el uso del transporte público, de la misma forma que hemos sido previsores y hemos conectado el Anillo Distribuidor de las Cuatro Torres con este intercambiador, siguiendo así una política de servicio a Madrid y a las necesidades de sus ciudadanos, y de trabajo conjunto con aquellas Administraciones dispuestas a aportar soluciones a su vida diaria”.




La Presidenta estuvo más espesa en su discurso, quizás porque al ir en segundo lugar repetía los datos que ya había dado el alcalde, se "perdió" en varias ocasiones, y aprovechó el discurso para atizarle a Zapatero por su política contra nuestra Comunidad.

Sobre el intercambiador, destacó que es el más grande de los que se han construido hasta ahora, y de su funcionamiento se beneficiarán los 270.000 viajeros que utilizan diariamente el transporte en esta zona de Madrid.



Esta nueva infraestructura mejorará la movilidad del norte de la capital y de los más de 60 municipios a los que dará servicio.

Gracias al nuevo intercambiador, los 7.000 autobuses que tienen parada diaria en Plaza de Castilla -40 líneas interurbanas, así como otras 19 de la EMT- podrán conectar con tres líneas de Metro -línea 1, 9 y 10-, y ubicar sus dársenas en las tres plantas subterráneas de esta infraestructura, con lo que se reordenará el tráfico en superficie.



Aguirre ha destacado que el Ejecutivo regional fomenta así la intermodalidad de todos los transportes -autobuses urbanos, interurbanos y Metro-, con el objetivo de incentivar el transporte público y reordenar la circulación de autobuses, facilitando así los desplazamientos de los usuarios y mejorando la calidad de vida de todos los madrileños.


El Alcalde, durante el discurso de la Presidenta

Según sus palabras, "este proyecto forma parte del Plan de Intercambiadores de la Comunidad de Madrid, que ha permitido la puesta en servicio de los nuevos intercambiadores de Plaza Elíptica y Príncipe Pío, y que en las próximas semanas también hará posible la inauguración del de Moncloa".

La presidenta ha avanzado que la Comunidad de Madrid "se pondrá manos a la obra con la fase dos del Plan General, que incluye la construcción de dos nuevos intercambiadores, en Conde de Casal y en Chamartín, y la ampliación y modernización del de Avenida de América".




Acabados los discursos, los trabajadores de la obra pidieron a Aguirre y Gallardón que se hicieran una foto con ellos, a lo que ambos accedieron gustosamente.



Después los cientos de fotógrafos allí congregados pidieron insistentemente que se dieran un beso, pero eso ya parecía demasiado. Tuvimos que conformarnos con un apretón de manos.

Por cierto, para los que dicen que no hay "feeling" entre ellos, una última foto.

¿Qué le estaría contando Gallardón para que se riese Aguirre de esa manera?

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