Fumando espero...

La mayoría de los que sois de mi quinta, es decir, mucho menos viejos que... (ejem, parte de los compañeros de este blog) habéis crecido conociendo a Sara Montiel como una señora que vive en la calle Miguel Angel y enganchó para la posteridad del papel couche a un cubano más joven que ella. No hombre, no. Ella en sus tiempos, allá por la chaqueta de pana de González o cuando la ministra de Fomento no le hacía imposible la vida a los madrileños, era todo un mito erótico, vamos, que la gachí levantaba altas pasiones entonando piezas como su "fumando espero al hombre a quien yo quiero..."



Pero no iba de eso la cosa, aunque sí de humos. Ayer la Comunidad de Madrid, junto con la decisión que ha nombrado Gonlor, ha previsto mediante decreto mejorar la convivencia de madrileños fumadores y no fumadores. Es decir, liberizar la Ley que impuso el Gobierno central hace poco.

Entre las novedades para los ciudadanos que vivan en la Comunidad de Madrid:

- Eres libre para fumar en las terrazas y lugares abiertos de los centros de trabajo.

- Eres libre para fumar en las celebraciones sociales e institucionales.

- Si tienes un bar no has de ejecutar obra sino de separar el establecimiento mediante elementos como biombos o cortinas de aire.

- Si los novios (o instigadores de un banquete) lo deciden así, serás libre de fumarte un puro mayor que los que fuma nuestro amado presidente del gobierno en la Monloca saltándose la propia Ley que él propulsó.

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Por supuesto, los fumadores tenemos la responsabilidad de molestar lo menos posible al resto de madrileños. Y aquí os dejo la declaración de presidencia donde Granados, González y sobre todo Lamela, Consejero de Sanidad, nos lo aclaran: