lunes, 2 de octubre de 2006

El camino de Schmidt (senderismo)

Hoy me encontré con una amiga cuando almorzaba. Ésta me contó cómo el sábado realizó uno de los trayectos más hermosos con que contamos los madrileños en nuestra sierra; el camino de Schmidt. Y la verdad, me entró envidia, pues hace casi dos años que no lo recorro.



Se trata de una ruta muy sencilla, que sale del puerto de Navacerrada y acaba en Cercedilla, recorriendo el último tramo a través de una muy bien conservada calzada romana. Puedes ir en coche o sin él, pues hasta Cercedilla llega el cercanías, y de ahí a Navacerrada subes en funicular. La ruta no es una cosa del otro mundo para los asustados, aquellos que escuchais la palabra montaña y afirmais: Ay. Se realiza, a buén rito, en dos horas o menos y puedes hacerla partiendo de Cercedilla o al revés.

Si sales del Puerto de Navacerrada, comienza el camino de Schmidt (llamado así por el alpinista austriaco que lo señalizó por los años 20) en la pista de esquí aquella que está al otro lado de los aparcamientos, y por la que se accede subiendo un camino. Tendrás inmejorables vistas de los pinares del Balsaín mientras ladeas los siete picos por una senda para nada agotadora. Siempre siguiendo las marcas amarillas que verás en la ruta. A la mitad de camino dejarás a la izquierda el cerro ventoso y continuarás hasta llegar puerto de la Fuenfría, y ahí ya comienza un descenso que al poco utiliza la calzada romana que os dije antes, eso hasta llegar a Cercedilla.



Y por cierto, creo se llama Casa Cirilo el restaurante que hay al culminar el camino en Cercedilla, no dejéis de echaros encima unos huevos fritos o una sopita (sobre todo ahora en Otoño), os prometo que no se os olvidarán, como esta ruta, BUENA, BARATA, Y SANA, el plan perfecto para desconectar de la urbe una mañana.

NOTA: Las fotos no son mías, pero a ver si engaño a alguien y vuelvo a realizar la ruta pronto, las imágenes aquí las postearé.

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