La incautación tuvo lugar mientras los comerciantes ponían a la venta este producto, originario de la República Popular de China, y que incumplía la normativa en materia de seguridad marcada por la Consejería de Sanidad y Consumo, el Instituto Nacional del Consumo y diversas normativas de la Comunidad Económica Europea.
La Policía Municipal inmovilizó todos los artículos ante los inspectores de Ordenación para el Consumo, quedando a disposición de las autoridades competentes para comprobar las deficiencias de los vehículos como carecer de declaración de conformidad, una estructura con aristas agudas susceptibles de producir heridas por cortes, y el tubo de gasolina ubicado cerca del motor, con riesgo de explosión.
La actuación de los agentes de la Ciudad de Madrid se produjo al observar la presencia de uno de estos vehículos circulando por la calle, ya que su uso está limitado exclusivamente en circuitos cerrados y, por tanto, prohibido en la vía pública.
La intervención conlleva la inmovilización de la minimoto así como la denuncia por la Ley de Seguridad Vial art. 61.1 por carecer de permiso de circulación, y por el Real Decreto Legislativo 8/2004 por no presentar y carecer de seguro obligatorio.
Las minimotos se han puesto de moda, pero aunque estemos acostumbrados a verlas por las calles de las urbanizaciones de la Sierra madrileña, no hay que olvidar que su uso está limitado a los circuitos cerrados y, por tanto, está prohibido en la vía pública.
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